Fascination About cómo mejorar la relación
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Por eso, es necesario eliminar victimismos y reproches que pretenden justificar malas acciones o malas palabras. Este tipo de comportamientos nos mantienen atrapados en una espiral negativa que nutre nuestra relación de oscuridad, desconfianza y falsas expectativas.
No es, repito para dejarlo claro, no es una emoción reservada para unos pocos, ni tampoco algo que se siente exclusivamente en un momento de la vida frente a una única persona.
Este enigmático cuadro sugiere la naturaleza misteriosa y a veces incomprensible del amor verdadero, destacando cómo puede existir una profunda conexión incluso cuando no se revela completamente.
Para amar sin dependencia ni necesidad, hace falta valorarnos a nosotros mismos primero. Por tanto, no olvidemos lo siguiente, para decir “te quiero” primero debes saber decir “me quiero”. El amor propio y el conocimiento de uno mismo son las claves para generar relaciones saludables.
El amor posible y real está íntimamente emparentado con lo que en el lenguaje cotidiano podríamos enunciar como “querer mucho a alguien”, y que simplificado se puede definir como la sencilla y comprometida manifestación del “más puro interés que alguien es capaz de sentir por otra persona”.
El compromiso en el amor verdadero involucra una decisión consciente de mantener y fortalecer la relación.
Siglo XX y Contemporáneo: En los tiempos modernos, el amor verdadero se ha vuelto cada vez más asociado con la strategy de encontrar una «alma gemela», una here persona con quien uno puede conectarse profundamente en todos los niveles.
Este apoyo incondicional, especialmente en momentos de disaster o incertidumbre, es un claro indicativo de amor verdadero.
Independencia: El amor verdadero permite a cada individuo tener su propio espacio y crecer como persona. Esta independencia equilibra la intimidad y la individualidad en la relación.
Si un miembro de la pareja veta una parte del otro, es hora de decir adiós y dejar marchar. Debemos ser capaces de restablecer prioridades, de salvaguardar nuestra dignidad.
La dependencia y el amor están tan reñidos que si les obligamos a coexistir, se destruyen. Nadie en la vida tiene la responsabilidad de completar lo que nos falta.
Los espacios y tiempos personales de cada uno de los miembros de una pareja son una parte elementary de la estructura de un vínculo sano. Si no existieran, ambos quedarían apelmazados y fusionados en una amalgama que, lejos de enriquecerlos, los empobrecería.
Desde pequeños vamos integrando e interiorizando estos patrones y llegamos a la edad adulta con un concepto erróneo del amor.
Es verdad que no somos autosuficientes, pero es nuestro compromiso aprender a amar adultamente, comprender la diferencia entre pedir y exigir, aceptar que el otro puede no tener o no querer darnos lo que hoy necesitamos, y aprender la diferencia que existe entre renunciar y sacrificarse.